El comentario sobre Mateo 1:11 se refiere a la genealogía de Jesucristo, donde se menciona a Jeconías. La profecía de Jeremías 22:30, que dice que ningún descendiente de Jeconías prosperaría en el trono de David, parece presentar un dilema teológico interesante. Sin embargo, este aparente enigma resalta la naturaleza única de Cristo como el Mesías, quien, aunque cumple las promesas y las leyes, las trasciende en su persona y obra.
Contexto de la Profecía de Jeremías
Para entender el supuesto dilema, es crucial explorar el contexto de la profecía de Jeremías. En Jeremías 22:30, leemos: “Así dice el Señor: Escribid lo siguiente acerca de este hombre: Sin hijos, hombre que no prosperará en todos sus días; porque ninguno de su descendencia prosperará, sentado en el trono de David, gobernando en Judá” (Jeremías 22:30). Este juicio se pronuncia sobre Jeconías (también conocido como Joaquín) debido a su maldad y desobediencia. Como rey de Judá, Jeconías fue llevado cautivo a Babilonia, y esta profecía parecía excluir permanentemente a su linaje de la realeza davídica.
Genealogía Dual de Jesucristo
Sin embargo, en los Evangelios de Mateo y Lucas encontramos las genealogías de Jesucristo, que parecen complicar aún más el asunto. La genealogía en Mateo 1 traza la línea de Jesús a través de José, el esposo de María, mientras que la genealogía en Lucas 3 parece seguir la línea de María. Mateo 1:11 menciona a Jeconías, lo que podría sugerir un problema si Jesús fuera un descendiente biológico directo. Pero aquí es donde la maravilla de la encarnación entra en juego: Jesús es legalmente hijo de José (cumpliendo así las promesas davídicas) pero no es un descendiente biológico de Jeconías, ya que su nacimiento es por obra del Espíritu Santo.
Cumplimiento y Trascendencia en Cristo
La resolución de este dilema se encuentra en la persona y obra de Cristo, quien cumple y trasciende las leyes y promesas del Antiguo Testamento.
- Charles Spurgeon: Charles Spurgeon, conocido como el “Príncipe de los Predicadores”, explicó que la maldición sobre Jeconías no limita el poder de Dios para cumplir sus promesas. Spurgeon destaca que Dios, en su sabiduría y poder, puede superar cualquier obstáculo aparente para cumplir sus propósitos eternos. En sus sermones, Spurgeon subraya que la genealogía de Jesús muestra la fidelidad de Dios a sus promesas, independientemente de las fallas humanas.
- Jonathan Edwards: Jonathan Edwards, un teólogo influyente del Gran Despertar, enfatiza la soberanía de Dios y su plan redentor. Edwards señala que Cristo, siendo Dios encarnado, trasciende las limitaciones humanas y cumple perfectamente las promesas de Dios. En su obra “Freedom of the Will”, Edwards argumenta que la soberanía de Dios abarca todos los aspectos de la historia humana, incluida la genealogía de Jesús.
- John MacArthur: John MacArthur, un respetado expositor bíblico contemporáneo, señala que la virginidad de María y la concepción de Jesús por el Espíritu Santo demuestran que Cristo no está sujeto a la maldición de Jeconías. MacArthur destaca que la encarnación de Cristo es un acto soberano de Dios, que cumple y supera las limitaciones de las genealogías humanas. En su comentario sobre Mateo, MacArthur escribe que la genealogía de Jesús a través de José asegura su derecho legal al trono de David, mientras que su nacimiento virginal garantiza su divinidad y pureza.
- R.C. Sproul: R.C. Sproul, un influyente teólogo reformado, comenta sobre la singularidad de Cristo, afirmando que Jesús es el cumplimiento perfecto de la promesa davídica y que su reino es eterno y espiritual, no limitado por las condiciones terrenales de la genealogía. Sproul argumenta que la profecía de Jeremías y la genealogía de Jesús ilustran la gracia soberana de Dios, que cumple sus promesas de maneras que superan nuestras expectativas.
La Soberanía de Dios en la Redención
La solución al dilema está en la soberanía de Dios. Dios, en su omnisciencia y omnipotencia, planeó la redención de la humanidad de manera que incluso las aparentes contradicciones sirven para resaltar la gloria de su plan. Cristo, siendo Dios y hombre, cumple las promesas de Dios de manera perfecta e inmaculada.
- La Encarnación y el Nacimiento Virginal: La encarnación de Cristo y su nacimiento virginal son aspectos fundamentales de su naturaleza única. En Isaías 7:14, se profetiza que una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y su nombre será Emanuel (que significa “Dios con nosotros”). Este milagro asegura que Jesús no esté sujeto a la maldición de Jeconías, ya que no es un descendiente biológico directo. Además, su nacimiento virginal destaca su pureza y su divinidad, cumpliendo así las promesas de Dios de manera completa y perfecta.
- El Reinado Eterno de Cristo: Aunque la profecía de Jeremías parecía excluir a los descendientes de Jeconías del trono de David, el reinado de Cristo trasciende las limitaciones terrenales. En Lucas 1:32-33, el ángel Gabriel anuncia a María que su hijo será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de su padre David. Él reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Este reinado eterno y espiritual cumple las promesas davídicas de una manera que ningún rey terrenal podría.
- La Soberanía Divina y la Historia Humana: La genealogía de Jesús demuestra la soberanía de Dios sobre la historia humana. Aunque los reyes y las naciones pueden parecer desobedientes o inestables, Dios cumple sus propósitos redentores a través de ellos. En Romanos 8:28, Pablo escribe que todas las cosas cooperan para el bien de aquellos que aman a Dios, que han sido llamados conforme a su propósito. Esta verdad se ve claramente en la genealogía de Jesús, donde incluso las aparentes maldiciones y contradicciones se convierten en testigos de la soberanía y gracia de Dios.
La Importancia Teológica de la Genealogía de Cristo
La genealogía de Cristo no es solo una lista de nombres; es una rica historia teológica que revela la fidelidad de Dios y su plan redentor. Cada nombre en la lista representa una historia de fe, fracaso, redención y gracia.
- Redención de la Humanidad: La genealogía de Jesús incluye figuras como Rahab y Rut, quienes no eran israelitas pero fueron integradas en el pueblo de Dios por su fe. Esta inclusión de gentiles prefigura la redención de toda la humanidad a través de Cristo. En Gálatas 3:28, Pablo escribe que en Cristo no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, porque todos son uno en Cristo Jesús.
- Gracia Soberana: La presencia de personajes como David y Salomón, quienes cometieron graves pecados pero fueron restaurados por la gracia de Dios, destaca la gracia soberana de Dios. En 2 Samuel 7:12-16, Dios promete a David que su trono será establecido para siempre. A pesar de los fallos humanos, la promesa se cumple en Cristo, el Hijo de David.
- Fidelidad de Dios: La genealogía de Jesús es un testimonio de la fidelidad de Dios a sus promesas. Desde Abraham hasta David y más allá, Dios cumple sus pactos a través de generaciones. En Hebreos 11, la “Galería de la Fe” resalta cómo Dios usó a personas imperfectas para cumplir su plan perfecto. Esto nos da esperanza de que Dios también puede usar nuestras vidas para su gloria.
Reflexiones Finales
La aparente contradicción presentada por la genealogía de Jesús y la profecía de Jeremías en realidad resalta la perfección y soberanía de Dios en la redención. Cristo, el Rey eterno y justo, cumple las promesas y las leyes de Dios de manera que solo Él puede. La genealogía y el nacimiento virginal de Jesús son testimonios de su naturaleza única como Mesías, que trasciende las limitaciones humanas y revela la majestad del plan redentor de Dios.
En conclusión, la genealogía de Jesús en Mateo y Lucas no solo resuelve un dilema teológico, sino que también enriquece nuestra comprensión de la soberanía de Dios, su gracia redentora y su fidelidad eterna. Cada nombre, cada historia, cada profecía cumplida apunta hacia Cristo, el Hijo de Dios, quien es el cumplimiento perfecto de todas las promesas de Dios. Que esta reflexión nos lleve a adorar a Cristo con mayor profundidad y a confiar en la soberanía de Dios en todas las áreas de nuestra vida.
Bibliografía
- Spurgeon, C. H. (1877). Sermones de Charles Spurgeon.
- Edwards, J. (1754). Freedom of the Will.
- MacArthur, J. (1985). The MacArthur New Testament Commentary.
- Sproul, R. C. (1992). The Holiness of God.
Pasajes Bíblicos Referenciados
- Jeremías 22:30
- Isaías 7:14
- Lucas 1:32-33
- Romanos 8:28
- Gálatas 3:28
- 2 Samuel 7:12-16
- Hebreos 11